Recibe el nombre
del archipiélago donde radica, siendo además la única raza porcina
autóctona de estas islas. A tenor de los restos arqueológicos hallados,
el ganado porcino ha estado presente en las Islas Canarias desde hace
más de 2.500 años. Sin embargo, aunque existe un gran desconocimiento
acerca de su origen, la mayoría de los autores afirman que los ancestros
de la raza llegaron acompañando a los primeros pobladores de las islas
procedentes del norte de África, constituyendo hoy en día el último
reducto de las poblaciones porcinas que habitaron el norte de este
continente.
El Catálogo Oficial de Razas de Ganado incluye a la raza
porcina Negra Canaria en el Grupo de Razas Autóctonas en Peligro de
Extinción.
La raza agrupa animales muy rústicos de perfil cefálico
ultracóncavo, con tendencia a la eumetría, con proporciones corporales
medias y, en general, buen formato. Poseen grandes orejas caídas. Tórax
poco pronunciado, con costillares planos y gran profundidad torácica. El
dorso y los lomos, alargados y relativamente anchos, presentan una
línea dorsolumbar rectilínea. La grupa tiende a ser derribada y los
jamones se caracterizan por una nalga algo escurrida. Extremidades finas
y cortas.
Piel de tipo coriácea y escamosa, muy abundante en todo el cuerpo, lo que provoca la
presencia de numerosas arrugas por toda la superficie corporal.
Presenta abundante pelo, fuerte, largo y uniformemente distribuido. El
color de la capa es siempre negro, exceptuando algunos ejemplares que
presentan de manera particular manchas en las zonas distales de las
extremidades, frente e incluso vientre, debido fundamentalmente a los
cruces con razas porcinas foráneas en la antigüedad.
Fuente: El gran jamón.